El verdadero amor no permite la violencia
La violencia intrafamiliar es un problema que nos afecta física, mental y socialmente a todos y no debe desarrollarse entre los que dicen amarse.
La violencia contra las mujeres es un problema que denigra a la sociedad, atenta contra los derechos humanos y deja secuelas familiares y sociales irreversibles.
En la encuesta sobre violencia intrafamiliar realizada por el INEGI se encontró que en el área metropolitana del D.F. uno de cada 3 hogares sufren algún tipo de violencia y que el maltrato se da principalmente de los hombres contra las mujeres.
Muchos de los problemas de salud mental con consecuencias también en la salud física que aquejan a la sociedad, se deben a la violencia que en todos los lugares, sociedades y niveles socioeconómicos se ejerce contra las mujeres.
La mujer siempre ha sido y será un pilar fundamental de la sociedad, madres, compañeras, esposas, educadoras, trabajadoras sociales, protectoras de la salud, incansables trabajadoras y en su mayoría proveedoras de las necesidades básicas de todo ser humano. Pero desafortunadamente también siempre ha sido objeto de muchos abusos, explotación y violencia, que atenta contra sus derechos fundamentales.
Los derechos de las mujeres, se ven violados todos los días en todos los lugares, países y culturas, sin importar el nivel socioeconómico o el grado de escolaridad, de tal forma, que la violencia ha llegado a formar parte del estilo de vida de muchas familias, sitios laborales y hasta de sistemas políticos y gubernamentales, manifestándose de forma física, verbal, psicológica, sexual, social, o laboral e impidiendo o coartando dos de los principales derechos que además son necesarios para el cumplimiento de sus múltiples roles como mujer: el de la educación y el de la atención de su salud.
La violencia contra las mujeres se define como cualquier acción o conducta basada en su sexo, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como en el privado o que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes donde quiera que ocurra.
La violencia se da en todas las clases sociales, lugares, en los ámbitos rural y urbano y no tiene nada que ver con el grado de escolaridad, ya que es una manifestación abusiva de poder que busca principalmente el sometimiento de otra persona.
El maltrato se puede presentar en la calle, con agresores desconocidos, sin embargo, la que sufren las mujeres con mayor frecuencia se presenta dentro de la misma casa, lo que provoca que se viva con mucho temor y angustia.
En la encuesta sobre violencia intrafamiliar realizada por el INEGI se encontró que en el área metropolitana del D.F. uno de cada 3 hogares sufren algún tipo de violencia y que el maltrato se da principalmente de los hombres contra las mujeres.
Muchos de los problemas de salud mental con consecuencias también en la salud física que aquejan a la sociedad, se deben a la violencia que en todos los lugares, sociedades y niveles socioeconómicos se ejerce contra las mujeres.
La mujer siempre ha sido y será un pilar fundamental de la sociedad, madres, compañeras, esposas, educadoras, trabajadoras sociales, protectoras de la salud, incansables trabajadoras y en su mayoría proveedoras de las necesidades básicas de todo ser humano. Pero desafortunadamente también siempre ha sido objeto de muchos abusos, explotación y violencia, que atenta contra sus derechos fundamentales.
Los derechos de las mujeres, se ven violados todos los días en todos los lugares, países y culturas, sin importar el nivel socioeconómico o el grado de escolaridad, de tal forma, que la violencia ha llegado a formar parte del estilo de vida de muchas familias, sitios laborales y hasta de sistemas políticos y gubernamentales, manifestándose de forma física, verbal, psicológica, sexual, social, o laboral e impidiendo o coartando dos de los principales derechos que además son necesarios para el cumplimiento de sus múltiples roles como mujer: el de la educación y el de la atención de su salud.
La violencia contra las mujeres se define como cualquier acción o conducta basada en su sexo, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como en el privado o que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes donde quiera que ocurra.
La violencia se da en todas las clases sociales, lugares, en los ámbitos rural y urbano y no tiene nada que ver con el grado de escolaridad, ya que es una manifestación abusiva de poder que busca principalmente el sometimiento de otra persona.
El maltrato se puede presentar en la calle, con agresores desconocidos, sin embargo, la que sufren las mujeres con mayor frecuencia se presenta dentro de la misma casa, lo que provoca que se viva con mucho temor y angustia.
FUENTE:"INSTITUTO NACIONAL DE LAS MUJERES"/ESMAS.COM
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